Aunque los últimos años han sido complejos, pues el país ha transitado por una profunda crisis sociosanitaria y económica de la cual todavía vemos sus implicancias, siempre es importante destacar el sostenido crecimiento de la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP), que se ha consolidado como una actividad académica privilegiada, de calidad y lo que es aún más relevante: clave para impulsar el desarrollo y enfrentar los cambios sociales, tecnológicos, medioambientales y económicos que marcarán el futuro del país.

Prueba irrefutable de lo anterior es que a la fecha más de medio millón de jóvenes y adultos trabajadores han optado por cursar estudios superiores en un Instituto Profesional (IP) o un Centro de Formación Técnica (CFT) siguiendo su vocación, entendiendo que la Formación Técnico Profesional (FTP) presenta cualidades que las distingue de las carreras universitarias al ser más inclusivas, cortas, flexibles y posibilitando una rápida inserción al mundo laboral.

El interés de las personas por estudiar en la ESTP ha crecido en paralelo, y en oportunidades incluso antes que el desarrollo de políticas públicas que buscan robustecer este subsector de la educación superior.

Aplaudimos que la intensa discusión sobre la reforma al sistema de educación superior que derivó en la promulgación de la Ley N° 21.091 haya impulsado una agenda de iniciativas que, directa e indirectamente, reconocen y promueven el desarrollo de la FTP.

Hoy contamos con una institucionalidad regulatoria definida y pertinente a la realidad del subsistema técnico profesional, acompañada de iniciativas como la Estrategia Nacional para la FTP, el desarrollo del Marco Nacional de Cualificaciones Técnico Profesional, las líneas de financiamiento concursables de Fondos de Desarrollo Institucional, que hasta hace poco no existían para IP y CFT y el Programa del Ministerio de Educación y CORFO “IP-CFT 2030”.

Otro ejemplo de la mayor valoración social y reconocimiento en el ámbito de las políticas públicas es la implementación del Sistema de Acceso a la ESTP, requerimiento legal que, tras un proceso reflexivo, ha venido siendo implementado con una aplicación pertinente a las características y necesidades de estudiantes e instituciones de este tipo de formación.

La ESTP se ha posicionado como un sólido subsistema educacional al tener un grado mayor de relevancia en la implementación de políticas públicas, pero cuenta desde hace muchísimo más tiempo con una alta valoración por parte de las familias chilenas.

Parte de este impulso promotor para posicionar a la FTP pertenece a iniciativas público-privadas como las Olimpiadas de Habilidades Técnicas que cada año organiza con gran éxito Fundación WorldSkills Chile –en la cual tengo el honor de pertenecer a su directorio en representación de Vertebral–, evento de gran tradición y que en nuestro país ha posibilitado una vitrina de insospechada relevancia para promocionar la trascendencia de las carreras técnicas y profesionales, determinantes en su aporte para el desarrollo del país.

Qué duda cabe que la sexta versión de las Olimpiadas de Habilidades Técnicas, que se efectuarán entre el 14 y el 18 de noviembre próximo, permitirán a WorldSkills visibilizar y posicionar a la Formación Técnico Profesional a la altura de lo que nuestro país necesita y merece. Dado el desarrollo alcanzado en el último tiempo por la ESTP chilena, sin duda creemos que se obtendrían buenos resultados a nivel país si las instituciones de educación superior acreditadas decidieran participar de estas Olimpiadas, las que ya son toda una institución en nuestro país.